lunes, 26 de marzo de 2007

Look at me! Parte X


Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte X.

Mmm... Estos días estoy dándole vueltas al tema de la virtualidad. Y es que la cosa tiene miga.
Yo no sé nada de todo este mundo virtual, la verdad. Soy una persona sencillita a la que le gustan los días de sol y el sabor de los fresones maduros. Todo muy normal, nada del otro mundo. Tengo este blog, eso es verdad, pero confieso que me costó Dios y ayuda hacerlo porque todo parece muy fácil hasta que algo va mal y entonces no entiendes nada y te bloqueas y vas a “ayuda” y te sale una ventanita que te indica lo que tienes que hacer pero te pide no sé que código, que no sabes, que no tienes, y te pregunta cual es tú URL y tú, ni idea, no sabías ni que tuvieras uno y pruebas y no sale y no funciona y te desesperas y te lo dicen todo en inglés y lo entiendes a medias y no hay nadie al otro lado y te desesperas más. Y acabas que, o te pones a llorar, o tiras el ordenador por la ventana, en serio.
Pero bueno esa es otra historia y no es eso lo que os quería contar. Es que el otro día mis alumnos me preguntaron ¿Se puede ver algo tuyo en Internet? Mmmsi, creo, les contesté. Y de repente me entró un no sé que de que, bueno, es que si no estas en google eres un poco como un pringado, no?
Ayer vi en el periódico que hay empresas especializadas en mejorar la posición de una web o una entrada en un buscador o cambiar lo que dicen o hacerlas desaparecer. Porque todo el mundo está obsesionado en aparecer el primero en los buscadores y dar una buena imagen, claro, nadie quiere salir el primero por haber atropellado a alguien y haberse dado a la fuga, por poner un ejemplo. En fin, que lo que quiero decir, es que ahora lo importante es lo que dice de ti el buscador, y si no dice nada, pues no existes, es igual que si no hubieras hecho nada o te hubieras pasado la vida cuidando cabras en el desierto. Tal cual.
Y, bueno, una cosa te lleva a la otra y claro, al final acabas dándole vueltas a todo el tema este de la virtualidad, que tiene tela si te lo piensas un poco, no? Se ve que hay un portal que se llama “Second life”. Imagínate! Caray, una “Second life”, quién la pillara! Cojonudo! Tener una segunda vida, una segunda oportunidad, un segundo intento y tener la posibilidad de reinventarse, eso ya es la bomba. La second life esta, es como un auténtico mundo en paralelo, tiene empresas, negocios, restaurantes, bares, casas de citas, apartamento, la Sony regala un apartamento virtual en la Second life si te compras la Play Station 3, y tiene moneda propia e incluso bolsa... Alucinante! Que te puedes pasar el día entero allí metido, vamos.¿Y por qué no vivir en un mundo paralelo y ser lo que siempre soñaste ser? Pero esto no solo lo puedes hacer en este portal, Internet te permite reinventarte siempre, hagas lo que hagas allí dentro, con los mesengers, los blogs y las webs, tú puedes ser lo que quieras. Puedes ser guapo, alto, rubio, un Don Juan, un aventurero, un cursi o un punky, un artista, un salvaje, un perverso, un pervertido, un romántico, un monstruo de las finanzas, aunque esto último, desengáñate, si en el mundo real no eres un tiburón, en la red tampoco, ahí la cosa no tiene remedio. Y puedes ser todo esto a la vez o por separado y lo puedes ser sin necesidad de reconocimiento, sin necesidad de nadie más, puedes ser lo que quieras, sin más, no necesitas ser aceptado, ni valorado, ni relacionarte con nadie si no quieres y si quieres sí, puedes conocer gente e incluso puedes enamorarte y puedes estar y no estar y también puedes desaparecer, te puedes desenchufar.
Te permite ser, sin responsabilizarte de ello. Es decir, que de alguna manera puedes ser un eterno adolescente, un eterno inmaduro viviendo en un submundo, en un mundo paralelo, que te permite estar constantemente recreándote, probándote, construyéndote, reemplazándote a ti mismo por otro más listo, más guapo o más sexy. Si el mundo real te ha convertido en un jorobado, mental o físico, pues te reinventas en una tía estupenda con unas tetas increíbles, por poner un ejemplo, aunque en la Second life hay que pagar por tener sexo, por tener pecho o vagina o pene hay que pagar. Dinero real, esta vez sí. Pero la ventaja es que si no te gusta lo cambias. Y además nunca envejeces, ni te salen arrugas, ni engordas. Te permite vivir en perpetuo estado de estupidez crónica, pero no estar solo, por ejemplo, o no sentirte solo, que parece lo mismo pero no es lo mismo en absoluto. Pienso en la cantidad de tristeza que debe fluir por los cables del Adsl, gente que se busca, ríos de sentimientos fluyendo de ordenador a ordenador buscando a alguien con quien hablar, alguien a quien amar, alguien que les oiga, que les escuche, que les mire, intentando existir, en algún lugar. Aunque sea virtual. Y lo bueno que tiene es que no duele, o no duele tanto y no sangra, y si no te gusta, pues lo borras y vuelves a empezar y puedes vivir eternamente en otro lado, sin verte, sin mirarte, sin sentirte, olvidarte de ti mismo y dejar de buscarte. Y si todo falla, pues no pasa nada, porque al fin y al cabo no es real y siempre puedes decir que era broma, que solo estabas jugando.

viernes, 16 de marzo de 2007

Look at me! Parte IX

Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte IX.

Ayer oí en las noticias que una de cada cinco mujeres en el mundo ha padecido una violación o un intento de violación. Me quede petrificada. No solo porque el dato es aterrador, sino porque muchas de ellas han sido violadas en cárceles, campos de refugiados y, como no, en zonas con conflictos armados. Es decir, muchas de estas mujeres violadas están en situación de... de desprotección total, iba a decir, pero por supuesto, todas están en situación de desprotección- Cada día mueren mujeres, en los llamados países civilizados, víctimas de la violencia de sus maridos. A golpes, a cuchilladas... - La diferencia es que a algunas las violan sus guardianes, sus custodios, incluso sus supuestos protectores. Y hay más, porque para nosotros, los del primer mundo, “mujeres” son mujeres adultas, pero no, mujeres quiere decir, según estas estadísticas, personas del sexo femenino. Muchas de las violadas son todavía niñas.
Según Amnistía Internacional, la violación y otras formas de violencia sexual se utilizan tan ampliamente y con tal impunidad que sólo cabe llegar a la conclusión de que las fuerzas de seguridad del gobierno y los grupos armados de oposición cometen estos delitos como parte de una estrategia deliberada para sembrar el terror entre la población civil. Muchas mujeres y niñas son víctimas de violación múltiple o son secuestradas por combatientes que las convierten en esclavas sexuales. Se secuestra, viola y roba a mujeres para traficarlas en otros países en la vasta red internacional de prostitución. Un informe - del 2002! - de Amnistía Internacional sobre Turquía, explica como mujeres detenidas por el motivo que fuera, de todos los niveles sociales y culturales, eran sometidas a abusos, agresiones y violaciones. Sobre todo cuando se trataba de mujeres de origen kurdo o de mujeres con ideas políticas inaceptables para las autoridades o el ejército. En diciembre de 2003, una prisionera llamada "Nur" logró sacar fuera de la prisión una nota en la que afirmaba que guardias estadounidenses de la prisión de Abu Ghraib estaban violando a las mujeres detenidas.
Estos días, con motivo del Día Internacional de la Mujer, las noticias, los diarios, la información, estaba llena de datos escalofriantes sobre la situación de la mujer en el mundo. Una nota de Amnistía Internacional daba los siguientes datos “En EE.UU. una mujer es violada cada 6 minutos y cada 15 segundos una es golpeada. En África del Norte cada día 6,000 mujeres sufren la mutilación genital. Este año en China más de 15,000 mujeres serán vendidas como esclavas sexuales. En Bangladesh 200 mujeres serán desfiguradas horriblemente con ácido por esposos o pretendientes. En India, más de 7,000 mujeres serán asesinadas por familiares debido a disputas sobre pagos por matrimonios arreglados.” Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, el 80% de las mujeres, como mínimo, es víctima de la violencia masculina. Casi un centenar de mujeres mueren cada año en España victimas de la violencia de genero. Y más cosas y más cosas y más cosas...
Mujeres y niñas maltratadas, acosadas, aterrorizadas, asesinadas, violadas, dilapidadas, vendidas, apostadas, desfiguradas, mutiladas, castradas, Muchas veces siguiendo religiones o leyes tribales y ancestrales y muchas otras por pura y simple violencia de genero.
¿Como ha podido inventar la humanidad tantos y tan sofisticados métodos de castración y tortura para humillar a la mujer? En que punto de la historia el hombre se ha sentido tan absolutamente débil y acorralado como para haber sentido la necesidad de relegar a la mujer a una esclava, a una cosa, a una presa, a una enemiga? Y me pregunto cual ha sido el papel de la propia mujer en todo esto. ¿Como hemos podido llegar a crear un monstruo tan terrible y aceptarlo? Que grado de responsabilidad tenemos todos, hombres y mujeres? Donde empezó todo esto? Cómo? Porqué?
Si la crueldad es directamente proporcional a la debilidad y al miedo, ¿Cómo ha podido la estupidez y la miseria hacerse dueña y señora del planeta?
La verdad es que si la violencia contra las mujeres es solo una cara de la mezquindad y la miseria humana, en días como estos parece imposible no vivir en perpetuo estado de pavor y espanto, de tristeza y desaliento, de profunda, profundísima, decepción respecto a la especie humana.

martes, 13 de marzo de 2007

Look at me! Parte VIII

Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte VIII.

Que hartita estoy, a veces, de todas las cosas. Por el amor de Dios! Que cansada es la humanidad! Me tiene la cabeza loca! A veces te aprietan tanto los tornillos por todas partes que ya no sabes, ni te aclaras y vas por la vida como un zombi con cara de pocos amigos. Algunas veces me sorprendo hablando sola, como una tarumba, por la calle, que si no le saco un ojo a alguien es porque Dios no quiere, y otras me asusto a mi misma cuando veo mi reflejo en algún escaparate. Qué loca! Caray! Voy como alma que lleva el diablo, enfurruñada, medio boquiabierta como un fantasma. Y no soy la única, que conste. Que a veces te desanimas viendo a la gente que anda por ahí con los tornillos medio flojos... Y es que es mucho estrés! Si es que no se puede aguantar!
Yo tengo ya el corazón encogido cada vez que me cruzo con alguien y le pregunto, ¿Qué? Que tal va? Es que tiemblo, me lo veo venir, es que no hay otra, ahí va, la respuesta es siempre, invariablemente, la misma. De culo, tía, te dicen, de puto culo. El otro día incluso una amiga me suelta, así, como si tal cosa, estoy al límite chica!
Mi mujer de la limpieza, por poner un ejemplo, ( Si, lo confieso, tengo una mujer de la limpieza. Bueno, que quieres, nadie es perfecto!) Bueno, pues mi mujer de la limpieza, va todo el día como una loca. A parte de su trabajo, que le ocupa unas cuantas horas al día, también es de la Asociación de amigos del barrio y anda muy atareada organizando actividades en el Casal del barri, siempre me pide que si le hago el favorcito, yo que sé de ordenadores, de hacerle un cartelito para tal o cual actividad. Además, como dice que está muy dejada, va al gimnasio dos veces por semana a hacer aeróbic y acuagim y se paga un tratamiento para hacer régimen que se salta constantemente, porque dice que tiene los nervios de punta y que comer la tranquiliza. Pero eso no es todo! Belén, mi asistenta, tiene dos hijas a las que no ve nunca porque no tiene tiempo y no tiene más remedio que mantener con ellas largas conversaciones telefónicas donde discuten los conflictos caseros y escolares. Esto la saca de quicio, dice, porque las niñas la llaman mientras esta trabajando y entonces la entretienen y luego no tiene más remedio que ir como una máquina para poder acabar a su hora. Y encima las facturas de móvil son impagables! Y es que sus niñas son muy malas estudiantes, por lo que parece, aún así se empeñan hacer actividades extraescolares como un curso de vela o irse un mes a Inglaterra a estudiar inglés, o salir con sus amigas de compras, cosa que también pone de muy mal humor a su madre, porque dice que gastan mucho, y que ella se hace un hartón de trabajar y que bueno… que, en fin, que qué se le va hacer, que algo tienen que hacer las pobres, si ella está todo el día trabajando y no puede estar por ellas! Además, Belén, como no puede permitirse hacer vacaciones, ha querido ponerse aire acondicionado, para pasar las fastidiosas y bochornosas noches de verano barcelonesas, también tiene televisión por cable, porque algo hay que hacer, se ha dado de alta de Adsl para chatear, para las niñas, dice. Y se ha hecho la cocina nueva. Ah! Y lo último! Se ha comprado una súper bañera tipo Spa, de estas que sueltan chorros y burbujas, porque a falta de otra cosa… mi marido es camionero, me dice guiñándome un ojo, y anda siempre por estos mundos de Dios y con algo hay que quitarse el estrés. Si es que tiene razón! Y es que claro, ahora ya no basta con trabajar y tener una familia, por ejemplo, no? Ahora hay que trabajar, y luego trabajar más, porque aquí no hay quien llegue a final de mes, a ver tú como lo ves. Y hay que instruirse y hay que ir al gimnasio, porque claro, hay que desestresarse un poco, sino esto ya me dirás tú quien lo aguanta! Y hay que estar al día y saber de cine y de expos y de ocio y de restaurantes y de vino y de rosas. Y estudiar! Inglés, porque donde vas sin el inglés y alemán algunos, fíjate, o chino! Que yo conozco a una, la pobre, porque es el idioma del futuro, dice. O marketing o hacer un master en relaciones internacionales o estudiar cocina japonesa o pachwork, que también hay, que también conozco a una. Y viajar! Con estas ofertazas! Y cultivarse y relajarse y quitarse los nervios y el estrés e ir a yoga, meditación, cámaras de oxígeno, masajes con chocolate, aromaterapia, acupuntura, shiatsu, Chi kung, maithuna, shambala, piedras calientes, ozonoterapia…
Y claro la gente no tiene tiempo de nada! Vamos estresados, medio locos, sin tiempo para ver a los amigos, ni a la familia, ni de cocinar, ni de comer!
Total que yo cuando me encuentro a alguien por la calle y veo que se me está acercando y que se lo tendré que preguntar y que lo sé, lo intuyo, que su vida va a ser un frenesí, una locura, una congoja, un estrés total, un mírame y no me toques... pues ya me voy angustiando, medio apenando, sufriendo y a la que puedo, tú! Cruzo la calle y me voy por otro lado, porque sí, porque es que yo no puedo con tanto dolor, en serio!

Look at me! Parte VII

Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte VII.

Ayer me tiré las cartas. Las del Tarot. Tengo una maravillosa baraja de cartas del Tarot de Marsella, y un libro magnífico para estudiar su simbología y lectura escrito por Alejandro Jodorowsky. Me encantan las cartas del Tarot de Marsella. Están llenas de símbolos, colores, dibujos, números, todos con significados mágicos, ocultos, misteriosos… al menos para mí. Porque la verdad es que cuando me tiro las cartas suelo no entender nada en absoluto. Me gusta de todas maneras intentar buscarles algún sentido, alguna linea de argumentación, un mensaje, una idea, una filosofía… Y al final siempre la encuentras, porque las cartas son eso, una excusa para buscar en tu interior e intentar comprender. Jodorowsky cuenta que para llegar a comprender bien las cartas dejó que fueran ellas las que le hablaran, no leyó nada, no buscó la lectura tradicional, dejó que cada carta le transmitiera su secreto, su sabiduría, cuenta también que para hacer eso, entre otras cosas, durmió cada noche con una carta distinta bajo la almohada, intentó comprenderla. Y qué otra cosa es eso que intentar comprenderse a uno mismo, cualquier sentimiento que uno experimente a través de la contemplación de algo, habla exclusivamente de uno mismo, y de nada más, no?
Bueno, pues ayer me tiré las cartas y una vez más no entendí su significado, es decir mi mente se me apareció tan confundida y abotargada como de costumbre. Quizá es que la pregunta iba sobre mi futuro, y ahí, amigos, no hay cartas que valgan. Incluso las cartas se muestran huidizas y crípticas cuando les pregunto sobre algo que a mí, en el mejor de los casos, me deja en estado de semi-shock. Mi psicóloga, la pobre, también se me aparece a veces como una carta del Tarot, yo sé que ella me quiere decir algo, pero no logro saber el qué. En fin… Todo muy confuso.
Bueno, ya sé que ahora esta de moda la filosofía Zen y esas cosas, que lo que le dicen a uno es que no debe preocuparse por el futuro, que viva el ahora, que no se proyecte ni en el futuro, ni en el pasado. Que su conciencia debe estar siempre en el aquí y en el ahora. Eso me hace pensar que no estoy sola y que mucha gente debe estar igual que yo, asustada, y por eso florecen toda esta cantidad de filosofías en las que el futuro aparece como algo malvado que te roba el presente y te roba tu yo y tu tiempo y tu mente y tus ganas de vivir! Porque, en fin, el futuro se presenta como mínimo, aterrador.
La mayoría, no tenemos donde caernos muertos, no tenemos propiedades, no tenemos trabajos estables, no tenemos, ahorros, no tenemos hijos, no tenemos seguros, no tenemos herencias, no tenemos la jubilación asegurada, no tenemos profesiones de futuro. Tal y como van las cosas no parece que tengamos un futuro muy brillante. La vejez, peor. Encima seremos de los pocos freakies que tendremos los cuerpos como pergaminos, arrugados, extraños, feos, porque ahora decimos que queremos ser naturales y después no podremos pagar el dejar de serlo. El mundo estará inundado de agua, habrá tifones, huracanes, sequías, migraciones de población, la capa de ozono habrá desaparecido, el cáncer será el señor de los anillos… Y los que verdaderamente están jodidos ahora, o sea los que ahora ni siquiera se están planteando que carajo van a hacer cuando se jubilen porque eso es algo que les suena a chino y bastante tienen con vivir cada día, pues esos se nos van a comer con pan con tomate, porque son más y están más hartos. Y todo esto en cincuenta años. Y tú me dirás, con este panorama quién se anima.
Yo creo que nos a tocado vivir un tiempo muy raro, por un lado nos bombardean con lo de vivir a tope, tenerlo todo, disfrutar al máximo, ser joven hasta que el cuerpo aguante y por el otro nos bombardean con lo de que el mundo está en crisis, que hay que poner freno, que esto se acaba, que hay que revisar los valores. Por un lado el miedo a la especulación salvaje, al capitalismo voraz, a los valores individualistas y por otro el culto al dinero, a las marcas, a la eterna juventud, al lujo, a la satisfacción. Por un lado el todo es posible, todo es alcanzable y por otro el “no vas a tener una casa en tu puta vida”. Vivimos en un mundo esquizofrénico, donde cada día nos hablan del desastre medioambiental y las guerras por el escaso petróleo que queda y por otro recibimos mensajes constantes de, si quieres ser el macho alfa cómprate este coche, posee a esta chica, desea esta casa, viste como ellos, compra, desea, posee, quiere, aspira, necesita, anhela, codicia, ansía, ansía, ansía… Y yo cuando me pongo a pensar un poco en esto y en lo otro y llego a este punto, me pongo mala, se me erizan los pelos, me saltan chispas y no puedo hacer otra cosa que ver el futuro como algo que nos va a hacer explotar, Bum! Así, tal cual. Y es que tantos sufrimientos para conseguir libertad, tiempo, poder de decisión y mira como estamos, con un cacao de campeonato. Por eso cuando me tiro las cartas y pregunto por mi futuro, las cartas me miran a la cara y se callan, porque el futuro es algo que ni siquiera ellas con su infinita sabiduría ancestral, pueden llegar a descifrar, tal y como esta el patio.

Look at me! Parte VI


Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte VI.

Aaay...! El amor. Hoy es el día de San Valentín. A mí nadie me ha felicitado ni nada por el estilo, por supuesto! Faltaría más! Menuda cursilada! Pero... que bonito hubiera sido. Una llamada, un mensaje, un mensaje anónimo incluso, un ramito de violetas...Un poquito de rosa, por Dios! Somos tan guays que qué tontería lo de celebrar el amor un día concreto, qué comercial, qué asco! Pero... lo del tema del amor romántico... no me digas que no nos pone a todos mucho, en el fondo. Una pasión, un deseo... Y qué emocionante también lo del ramito de violetas, no? Yo es que soy una romanticona, un poco cursi, la verdad. Y que qué caray! A quién le amarga un dulce! Con lo aburrido que suele ser vivir cada día, así, sin más. Por eso tenemos esas crisis espantosas, porque nos pasamos la vida esperando a que pasen cosas emocionantes, románticas, excitantes y claro, eso no es lo habitual. La gente como yo, que de pequeños queríamos ser caballeros o princesas, princesa, en mi caso, vivimos en eterno desasosiego esperando que cada día sea el mejor de nuestra vida y claro... menuda decepción. Creemos que esto de estar aquí tiene que ser tan la bomba que bueno, algunos días se te cae el alma a los pies, francamente. Pero en fin, el amor, a lo que iba.
Supongo que el enamoramiento es un poco como el álbum de familia, no? Sólo se pone lo que uno quiere proyectar de sí mismo, y por eso dura poco, gracias a Dios! Igual que los álbumes, no? Porque es curioso que los padres hay un día en que dejan de hacer el álbum de familia. Incluso dejan de hacerles fotos a los hijos, ¿no es verdad? Porque hay un día en que los hijos dejan de ser una proyección de sí mismos, de sus esperanzas, de sus sueños. Eso es así. Los álbumes se reemprenden cuando llegan los nietos, ya por otros motivos, o los mismos, en el fondo, la memoria, la continuidad, le herencia, la identidad, en fin... Que después del enamoramiento llega el Amor, con mayúsculas, la amistad, la compañía... si, si, lo sé, eso ya no suena tan atractivo, pero es lo que hay y no esta tan mal, la verdad. El enamoramiento es una cosa total, electrizante, adictiva y maravillosa, de eso no hay ninguna duda, no en vano segregamos todas esas hormonas fantásticas; la endorfina, la dopamina, todas acabadas en ina, por cierto, que nos mantienen en estado de euforia y alegría permanente, pero imaginaros toda la vida así. Te lo imaginas? Buf!! Que tontería, que cansancio, cuanta burbuja mental reinaría en el mundo, no? Por suerte el enamoramiento, como la infancia y la adolescencia, es un estado transitorio, que después te pasas toda la vida echando de menos, eso también es verdad, pero que sería fatídico que se alargara demasiado, no? No hay cuerpo que lo aguante, ni mente, ni familia, ni amigos, que lo resistan. Es lo que os decía, si fuéramos siempre felices, siempre libres, siempre amados, qué nos haría aprender, crecer o luchar. Qué nos haría comprender. Lo que nos hace crecer, son las pérdidas, los fracasos, las frustraciones, las luchas, los deseos... es decir, los intervalos entre alegría y alegría, no?
Ojo! Que hay mucho burro suelto, pero mucho, mucho, y que por más que les pasen los años por encima como una apisonadora hay gente que se empeña en no cambiar nunca su condición de cretino integral. Esa es otra verdad como un templo, pero es que igual en la otra vida eran cucarachas! Quién lo puede saber! Y volviendo al símil familia-pareja, es un poco como cuando mi madre me mira y me dice: de pequeña es que eras una auténtica monada, y tú vas y sonríes pero eso te a dolido, un poquito al menos, porque lleva implícito lo de que ahora, bueno, te quiero igual, pero mona, lo que se dice mona, pues ya no lo eres tanto. Y eso te duele un poco en el corazoncito. Y espera! Porque va a peor! Y ves que no hay nada que hacer, que hay cosas que se pierden irremediablemente y que si tu mamá ya no te ve tan mona, pues que seguramente ya hace rato que no se te ve tan mona en absoluto, y que más vale ponerse las pilitas y encontrar otras cositas, que no ponen tanto, otra verdad como un templo, eso es así, pero que acompañan y bueno, que no están tan mal y que hay que encajarlo, porque es así, porque no hay vuelta atrás, puñeta. Porque es lo que hay y más vale ir haciéndose a la idea. Aunque cueste, aunque tu te sigues sintiendo como una niñita pintando corazones de tiza en la pared, como dice la canción. Y en fin... que eso, que el enamoramiento esta muy bien, pero dura poco y te deja medio tonto y que bueno, que quien no se conforma es porque no quiere, no?
Hay que joderse...

Look at me! Parte V


Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte V.

Hay gente que haga lo que haga consigue que todo el mundo le ría la gracia.
Yo he hecho muchas cosas en mi vida, y más que voy a hacer. Mis amigos dicen que tengo mucha suerte de tener tanto tiempo libre y poder hacer tantas cosas, por qué ellos, no tienen tiempo de hacer nada, los pobres. Así que vete tú a saber cual va a ser la siguiente cosa que voy a hacer para pasar el rato. Igual hago un cubre camas de ganchillo! Quién lo puede saber!

En fin, a lo que iba. Que hay gente que tiene la flor en culo y que si, pongamos por caso, se decidieran a hacer cubrecamas de ganchillo, seguro que al cabo de dos meses los estarían vendiendo por todo Europa y Estados Unidos. Y es que hay gente que es así! Otros no tenemos tanta suerte, la verdad, y yo quiero creer que no es por qué seamos más burros, sino porqué somos menos hábiles, aunque... no sé, es posible que seamos un poco más burros, hay que, como mínimo, contar con esa posibilidad. Pero, en fin, lo que quería decir es que te pasas la vida preguntándote por qué las cosas son como son, de que dependen las cosas, que hubiera pasado si hubieras cogido otro camino, si te hubieras cruzado con otras personas, si te hubieras atrevido, si lo hubieras hecho, si no lo hubieras hecho... aunque esto último me parece que no es lo más corriente. Casi siempre nos duele más lo que no hemos hecho, lo que nos hemos perdido. Tenemos más nostalgia de lo que nunca hicimos, no?

En fin, benditas las dudas, porqué nos obligan a buscar respuestas... que remedio.
Pero bueno, la verdad es que buscar siempre respuestas, cansa. Negociar, llegar a acuerdos, eso es, a veces, un auténtico coñazo. A mí cuando me toca negociar, negocio claro! Porqué me han educado para poder vivir en sociedad, más o menos, pero en mi fuero interno - ¿A vosotros no os pasa?- de lo que realmente tengo ganas es de pegarle un puñetazo en medio de la nariz y se cabo la discusión y a otra cosa mariposa, que qué manera de perder el tiempo! A veces incluso apetece solucionarlo en plan mafioso, no? Si tú no... yo me voy a cagar en tú bañera!! Y punto! Pero nada! Que no! Que eso no se puede hacer, que eso no esta bien. La educación, caray! Que cosa mala esto de la educación, a veces, no? Que claustrofóbica y castrante puede llegar a ser la puñetera! Aunque sueles agradecer que los otros la tengan para que no vayan, básicamente, arreándote puñetazos a diestra y siniestra y sin más contemplación. Eso siempre se agradece.
Lo que constantemente les estamos enseñando a los niños que no tienen que hacer, es justamente, lo que más nos gustaría hacer a nosotros a veces, no?
Llorar cuando nos dejan solos, cuando no nos hacen caso, cuando no nos quieren- por qué no me quieres, por qué no me quieres.. – decirle a alguien que es tonto, que es feo, que tiene el culo gordo, que no quieres jugar más con él. Mirarte fijamente a alguien, interrumpir una conversación y decirle, te salen pelos por las orejas o – en algunos casos- ¿puedo lamerte un ratito? Y quedarte, así, impertérrito, como si nada. Y sonrojar a todo el mundo. Por qué el problema es éste, no avergonzar a los demás. A veces a uno le daría igual, tiene tantas ganas de chillar, lloriquear, patalear o mandar a alguien al carajo, que le importaría un poco un pito quedar como un energúmeno. Pero, en fin, la educación, ese espantoso miedo al ridículo que en definitiva es solo miedo a quedarse solo, más solo! Eso que te hace estar permanentemente en alerta, no hacer el estúpido, no perder los papeles, mantener la compostura y aguantarse mucho, aunque duela!
Esa es otra de las cosas cansadas de hacerse mayor, la de saberse responsable de tú vida. Si tienes hambre, si tienes sed, si tienes caca, te tienes que limpiar tú el culo. Y si quieres algo te lo tienes que ganar y si no quieres algo tienes que saber quitártelo de encima, eso con suerte! O comertelo y aguantarte, casi siempre! Porqué si, porqué no hay narices, porqué tienes miedo, porqué no te atreves, porqué no sabes, porqué nadie te dijo a ti que esto sería tan difícil. Responsable de tú vida dices?! Responsable serias si supieras algo; lo que quieres, lo que deseas, lo que eres, lo que amas, lo que te duele. Pero la verdad es que a veces ni siquiera sabes eso y tienes que conformarte con hacer lo que se pueda, con ir tirando, con poner algún parche y rezar para que aguante... y a veces aguantan, caray si aguantan! Y aguantan mucho y aguantan años! Y un día te miras y te ves hecho pedazos, literalmente, y sabes que ya no lo puedes alargar más, que te tienes que poner, que ya no cuela, que ya no vale, que no te sirve y entonces tienes que deshacerte y volverte a construir y no sabes por donde empezar y te entra el pánico y parece que quizá mejor empiezo mañana, pero no hay nada que hacer. El día que te has visto, por fin, aunque sea medio de reojo, ya no tienes vuelta atrás. A partir de ese día, míratelo como quieras, ahora sí, vas a tener que ponerte a currar.

Look at me! Parte IV


Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte IV.

¡¡Va por ustedes!!

Los amigos a veces te desesperan. Uno se pregunta, como puede ser que yo quiera tanto esta personita y que me joda tanto, a veces. Y es que los humanos son así, complejos! Ja!
Creo que me he pasado los últimos quince años de mi vida discutiendo con mis amigos sobre la necesidad de preocuparse seriamente por el tema del cambio climático, el medio ambiente, el efecto invernadero y nada, que no hay manera, que trece son trece y que cada loco con su tema. Harta me tienen con lo de que el cambio climático es un proceso natural, que el mundo ha sufrido muchos otros cambios climáticos, que lo único que hemos hecho es acelerarlo, pero que al fin y al cabo es un ciclo natural, que fíjate, que los dinosaurios desaparecieron y que no pasa nada, que las cosas cambian, que no hay que ser conservador, que nosotros podemos desaparecer, los humanos, digo, y que eso no significa que se acabe el mundo, que habrá otro, distinto, que no tiene porque ser ni mejor, ni peor. En fin todo este rollo.
Que no estamos dispuestos a renunciar a nada, que si no hay comida para todos y por eso es imposible una gestión más ecológica, equilibrada y sostenible de la producción de alimentos. Y yo me pregunto, ¿Realmente creen que el hecho de que en el primer mundo comamos basura, hace que la distribución de la alimentación sea más ecuánime y favorezca en nada al tercer mundo? Es decir, ¿que nosotros, los sobrealimentados, comamos basura transgénica, pollos hormonados, mortadela con forma de Mikey Mouse y carne de vaca loca, es el precio que hay que pagar para que todo el mundo pueda comer y no haya hambre en el mundo?
¿Creen realmente que la humanidad no esta dispuesta a renunciar a comprar compulsivamente en las rebajas si hay un buen motivo para hacerlo? Creen que la gente se iría a vivir a las afueras de las ciudades, con el consiguiente desgaste ecológico que comporta eso; incremento de coches, construcción de carreteras, destrucción, por tanto de zonas naturales, implantación de infraestructuras, iluminación, etc. Si en las ciudades se mejorara el nivel de vida, se controlara el precio de los habitajes, se redujera el parque móvil y, por tanto, la polución y el ruido? Creen realmente que es inevitable que los ríos y los mares se mueran porqué nosotros no estamos dispuestos a renunciar a los chipirones? Por poner un ejemplo simplón, vale, lo reconozco. Pero, ¿Creemos realmente que somos incapaces de cambiar nada?
¿Quién no esta dispuesto a cambiar nada? Ellos? Yo? O el vecino de enfrente? Porque todo el mundo considera que la humanidad es incapaz de cambio?
Que si somos termitas, que si hay muchas otras especies parásitas que se comen literalmente, que destruyen, a las especies de las que se alimentan hasta no dejar nada.
Esta argumentación tan supuestamente intelectual, informada, científica, objetiva y cool, muy en la línea de los tiempos que corren, me parece, como mínimo, milenarista y medieval. Lo siento chicos, que no, que no me convencéis!
Yo creo que la humanidad tiene una increíble capacidad de adaptación y de cambio. Que ha demostrado que cuando tiene un buen motivo por el que luchar está dispuesta a dejarse la vida y que lo de renunciar depende del punto de vista con el que se mire. Que somos capaces de tomar conciencia, que todos preferimos seguir teniendo mares y bosques y ríos y peces y pájaros. Que todos queremos salir a pasear por el campo con nuestros niños y que haya flores y mariposas, por muy cursi que os parezca eso, hombres del futuro. Y que todos, en el fondo, soñamos con un futuro mejor, donde podamos respirar y ver la lluvia caer sobre los campos!
Y se supone que la pesimista soy yo, la ceniza, la apocalíptica, pero yo creo, creo que somos capaces de ser mejores y amo, amo realmente este mundo.

Look at me! Parte III

Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte III.

Muchas veces me pregunto de donde me viene este temor irracional por el futuro. Me veo a mí misma en el peor de las situaciones, pobre, triste… y sola, claro! Me aterroriza pensar que mi futuro depende de mi, no tengo mucha confianza en sacarme adelante! Y si pienso que mi futuro depende de otros, entonces la cosa se pone peor.
No sé como he llegado a desarrollar este miedo al futuro tan avasallador, la verdad. No tuve una infancia especialmente difícil, al menos no más que cualquier niño. Ni enfermedades, ni abandonos, ni miseria, todo más o menos normal, todo lo normal que puede ser una familia, claro. Porque esto de la familia es normal por costumbre, por repetición, porque poner a cuatro, cinco, seis personas de edades diferentes, en un espacio más o menos reducido y esperar a que se lleven bien entre ellas, es, como mínimo, un experimento macabro, la verdad.
Pero en fin, hay que reconocer que la familia ha dado mucho de sí. A creado grandes monstruos, muchos traumas e infinitas teorías. Que sería del arte sin la familia.
A mi me interesa mucho el tema de la familia, en mis clases siempre dedico una o dos sesiones a este tema. Hay un montón de fotógrafos que trabajan el concepto de familia a través de sus imágenes. Sus carencias, sus traumas, sus miedos, sus soledades, sus virtudes… de estos últimos hay pocos, la verdad.
En la familia hay algo de antinatural, aunque hay que reconocer que acompaña. Uno pierde tanto tiempo acostumbrándose a ella, sobreviviéndola, que se distrae de otras cosas que, quién sabe, podrían ser peor. Es como en el anuncio de Coca-Cola Light, “Que levante la mano quién renegó de su madre y acabó pareciéndose a ella”. Hacerse mayor implica cierto grado de reconciliación con el mundo. Uno se hace más tolerante, menos exigente, no digo más sabio porqué eso es, en general y salvo contadas excepciones, una absoluta falsedad, si en cambio se hace más conformista, menos trasgresor. Quizás es renuncia, quizás es miedo, quizás es simplemente cansancio. Porque hay un día en que realmente estas a punto de tirar la toalla. Es absolutamente imposible vivir en perpetuo entusiasmo o en perpetua lucha. Es mejor recibir a los hombres silenciosamente y abrazarlos, porqué no hay respuesta que darles mientras sigan corriendo frenéticamente a doblar la esquina. Esto último no es mío, lo siento, es de Henry Miller, pero es que a veces no tienes más remedio que verlo así, literalmente. ¿Porque tú quien crees que sufre más.? ¿El que ama desesperadamente la vida o para el que la vida es…? dolorosa iba a decir, pero es que dolorosa lo es para todos, para los que la aman y para los que la detestan. Porqué amar la vida es un ejercicio desesperante que te hace sentir impotente la mayor parte del tiempo. Amar la vida, algo tan inmenso, tan intangible, tan poderoso, tan increíblemente inescrutable e inabarcable, te hace vivir permanentemente con el síndrome de Stendhal, tienes que salir corriendo de ahí porqué te provoca nauseas, te mareas, simplemente.
Es imposible coger a la vida por los cuernos. Ella es infinitamente más poderosa que tú y no hay nada que hacer con eso. O eres ciego o vives en estado permanente de congoja.
A veces pienso que después de tantos años de vivir en este mundo, de mirar a la gente, de observar las cosas, algo se tiene que quedar, algo se tiene que aprender. Y algo se aprende, desde luego, pero poco.
La mayoría de nosotros somos tan burros de mayores como cuando éramos niños, con la diferencia de que cuando eres niño lo tienes todo por aprender y en cambio cuando eres mayor tienes que resignarte a ser un tocho. Aceptar que eso es lo que hay, que si no lo has cambiado hasta aquí, ya no lo vas a cambiar, míratelo como quieras! Y claro, esto desanima.
Cuando eres niño crees que podrás ser lo que quieras, que para eso está lo de hacerse mayor. De niño el futuro se ve como algo casi mágico donde uno aparece, de la noche a la mañana, siendo lo que siempre soñó ser. De mayor ves el futuro como un jodido monstruo de las galletas que se está comiendo lo poco que quedaba del pastel. Y se te acaba el tiempo y se te escurre el tiempo y parece que los sueños se van a quedar en eso, en sueños.
A veces me miro a mis alumnos y me dan envidia porqué todavía creen que van a ser lo que tenían pensado, pero a veces me dan pena, los pobres, porqué la mayoría de ellos van a tener que dar muchos rodeos para acercarse ni siquiera un poco a la imagen de lo que querían ser de mayores. Si tuviera una formula para poder echarles una mano, para ahorrarles tantos sin sabores, pero no, claro. Es que lo de vivir, en el mejor de los casos, es eso. Y perderse eso también sería perderse un poco de vida, no?
Bueno, me está saliendo una columna muy pesimista y yo, os lo aseguro, suelo ser una persona de lo más alegre y dicharachera, y si sigo por este camino voy a empezar a preocupar a mi madre que se pone mala, la pobre, con este rollo mío tan cenizo. Y es que mi madre es puritita vitalidad y cuando llego a casa así, tan alicaída, y le cuento mis visiones apocalípticas me dice, “esto se te pasa a ti con una buena zurra, que ya me lo decía mi madre”. Pues eso! Que uno no tiene que sobrevivir a su madre, sino a su madre, a su abuela, a su bisabuela y así hasta el final de los tiempos. Súmale a eso la rama masculina de la familia y, ¿que tienes? Pues con un seis y un cuatro aquí tienes tu retrato. Y seis y cuatro son diez y uno más cero es uno. O sea, uno mismo.

Look at me! Parte II

Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte II.

Mi vecina, con la que ya nos unen muchos años de amistad, tantos como los que yo llevo en esta casa - Nuestra amistad nació en las clases de tonificación del gimnasio del barrio, y se ha afianzado a base de cafés hablando de nuestros amoríos, bueno, sus amoríos, yo, como ya os dije, no tengo muchos amoríos de los que hablar. Ella es una de estas mujeres optimistas, hechas a sí mismas, activas, valientes y resolutivas que hacen que yo me sienta como una extraterrestre, fea y malhumorada. – Bueno, pues ella considera, a pesar de su larguísimo currículum de flirteos, amoríos, amores, desengaños y ligues a secas, que vivir en pareja es maravilloso, que tener una familia debe ser fantástico y que - por supuesto! - ella quiere tener hijos, muchos hijos. Formar una gran familia muy bien avenida, y opina que yo, en fin, debería dejar de perder tanto tiempo pensando en gilipolleces. Seguro que tiene razón, la pobre, como siempre. Si yo fuera tan guapa y tan lista como ella seguro que también tendría las cosas tan claras. Pero seguro, vamos!
Lo malo de no tener las cosas claras es que te pasas el día dando tumbos. Ahora piensas una cosa, y al rato estas convencida de la contraria y claro, así no hay quién avance. Mis amigas no comprenden que haya que darle tanta bola a según que cosas y que en definitiva lo que hay que hacer es caminar, hacer, trabajar, actuar y no estar todo el día preguntándose cual debería ser el siguiente paso.
Bueno, yo ya estoy acostumbrada a ser la rarita, la que no sabe, la que siempre se siente más o menos mal, la que esta en perpetuo acojone, la que da un paso adelante y dos para atrás. Ese es mi papel en esta vida, al menos hasta el momento. Pero vas a ver tú la chica renacida y reinventada que saldrá de tantas horas de terapia. La vas a flipar! - Como dicen mis alumnos. Eso espero, porque de momento con lo que si la flipo es con lo que esta costando, caray! Que esto de renacer es for milioners only, como casi todo, vamos!
En fin, mi madre opina que con lo guapa y simpática que soy, no debería estar de tan mal humor, a veces, y que la vida hay que aprovecharla y que, eso, lo de siempre, que no te quejes tanto que me das espanto! Y yo les digo que si, que tienen razón y que voy a ser una chica alegre, y que voy a ser muy feliz a partir de ahora, pero al final siempre acabo por hacerme un lío, enredarme con mis pensamientos y volver al sitio de donde salí tan decidida. Y es que esto de ser feliz no parece ser tan fácil, carajo! Pero un día de estos lo logro y les dejo a todos boquiabiertos, vas a ver!
Lo que ocurre es que, a veces, la gente es un auténtico coñazo. Están los que se paran delante de las puertas, los que impiden el paso, los que hablan demasiado alto, los que andan demasiado lento, los que no se deciden nunca. Hay muchos tipos de coñazos. El que habla demasiado alto en la biblioteca y le suena el móvil constantemente, el que teclea el teclado como si quisiera hundirlo bajo tierra, el que no para de reírse sonoramente de algo que está leyendo y que parece que es hilarante, el típico que esta en el metro, con los cascos puestos y se mueve y repiquetea la silla, como si, literalmente, no pudiera controlar el ritmo de su cuerpo. Después están los que cantan en voz alta la canción, desplazando el cuello frenéticamente para adelante y para atrás, también está el que hace ver que no se ha dado cuenta de que el autobús está a tope y ocupa el asiento de su lado con las bolsas de la compra, los que no paran de comentar la peli en el cine, los que comen caramelos en el cine, los que, a pesar de la cola que se ha montado, deciden que es el momento para canjear sus vales descuento, los que deciden poner orden en su billetero en el cajero automático, aunque tú estés detrás con cara de “no tengo toda la “mañana”, los que quieren hablar de su cuenta corriente con el director del banco, los que aparcan en el carril bici, los que pasean por el carril bici, los que se paran a charlar en el carril bici, los que te chillan si no te levantas en el autobús, los que dicen que la juventud de ahora no respeta nada, los camareros que no te miran jamás, los que se paran a la izquierda de las escaleras automáticas, los que defienden a ultranza el pensamiento científico, los que opinan que esto del cambio climático es una exageración mediática, en fin, una lista larguísima. Algunos días tienes la suerte de cruzarte con todos, y cuando llegas a casa por la noche tienes ganas de pegarte un tiro.
A veces pienso que esto de ser feliz es un poco como conformarse, no? No creo que las revoluciones, ni los cambios, los hayan provocado la gente feliz. Deberíamos estarles agradecidos a los infelices, porque gracias a ellos no somos ni tan esclavos, ni tan estúpidos.
No, no es que yo esté gestando una revolución, no por Dios! No es nada de eso! No basta con estar de mal humor para eso, ja! Ni mucho menos!
En fin, que a veces estás tan cansado de tanto coñazo que te armas un lío de campeonato y no sabes por donde tirar. Son esos días cuando mi madre me mira como a una niña mal criada y me dice, eres igual que tu abuela! Que mala gaita tienes, por Dios!

Look at me! Parte I


Donde Ella nos cuenta quien es y como ha llegado hasta aquí. Parte I.

Pertenezco a una minoría bastante mal considerada. Soy mujer, estoy en la línea de los cuarenta, soy artista, o sea rarita, y no quiero tener hijos. En cualquier cultura ancestral del mundo por estos motivos estaría condenada a la más absoluta soledad o a una muerte cruel. Por suerte vivo en Barcelona, España, y aquí como en todos los países llamados civilizados, tenemos doble moral. Aunque todo el mundo considera que debo ser una egoísta, hedonista o apolínea, que sé yo, nadie me apedrea por la calle. Eso sí, todo el mundo se siente con el derecho o la obligación de preguntarte porque no quieres tener hijos, aunque yo siempre me temo que lo que daría miedo de verdad es saber porque la gente quiere tenerlos. Parecería el índice del libro básico de la psicología. Podríamos hacer el “Scarred for Life” de Tracy Moffat. En fin...
Soy fotógrafo, entre otras cosas. También soy joyera, más o menos. Pero lo que de verdad me hubiera gustado ser es cantante. Me hubiera encantado. Desgraciadamente soy demasiado tímida para eso.
Lo que no acaba de encajar en mí perfil es que llevo quince años viviendo con mí novio. Me fui a vivir con el a los veintidós y todavía estamos ahí, jurando que solo estaremos juntos hasta que nos apetezca. Cuando uno de los dos no quiera estar ahí, lo dejamos. Al principio de vivir juntos ni siquiera queríamos comprar un colchón para dormir. Dormíamos en una colchoneta de playa, de matrimonio, eso sí, porqué los dos teníamos claro que lo nuestro podía ser provisional, cuestión de meses, semanas quizá. Al final compramos un colchón y un sofá y un horno e incluso hicimos obras en el baño y en el comedor, pero eso fue mucho después.
He tenido algunos amantes, pocos, los justos para entender que el mundo es muy grande y que nada es eterno. Mi novio no sé, habrá tenido las suyas, supongo. No tenemos esos poco aconsejables arrebatos de sinceridad que tienen otras parejas y preferimos vivir en la ignorancia en cuanto a infidelidades y revolcones externos se refiere. Así vivimos mejor. Tenemos nuestras rutinitas, compartimos los gustos en muchas cosas e incluso algunos dicen que empezamos a parecernos, como los perros a sus dueños o, en ocasiones, los dueños a sus perros.
En fin, a pesar de lo que pueda parecer soy una gran retractora de la pareja. Creo que la pareja es un ente enfermizo, castrante y empobrecedor y la familia un concepto caduco, asfixiante y mal intencionado incluso.
Me da auténtico pánico cualquier cosa parecida a la sagrada institución de la familia, ni que sea en estos nuevos y modernos formatos de familia monoparental, tetraparental u homosexual, todo me huele a la misma chamusquina y creo que la infelicidad planea amenazante por los rincones de las casas unifamiliares, con parking e hipoteca incorporada. Huyo de eso como alma que lleva el diablo.
Bueno, supongo que cuando sea vieja y nadie venga jamás a visitarme me arrepentiré de mí audacia, pero quién sabe si llegaré a vieja, si el mundo seguirá existiendo mañana o se lo habrá llevado todo un huracán o una lluvia de meteoritos. Con los tiempos que corren pensar en el mañana me parece, como poco, desesperanzador.
El futuro me da pavor, soy de naturaleza apocalíptica y creo que si algo puede ir mal, ira mal e incluso peor. Quizá por eso el rollo de no querer tener hijos e intentar que todo parezca más o menos provisional, porqué así, si se pone jodido, como reza una canción, juramos que no hemos sido.
Llegados a este punto, ahora que ya me he presentado, se supone que tendría que pasar algo, tendría que haber alguna trama, algo para que esto tuviera algún interés y ahí esta la dificultad, porque, excepto raras excepciones, en mí vida no pasa nunca nada.
Esa es una de las partes más dolorosas de hacerse mayor, arrugas y flaccideces a parte, la de darse cuenta que la vida es esto. Algunas veces pasan cosas maravillosas y a veces cosas horribles y tristes, pero por regla general casi nunca pasa nada. Aceptar eso a mí me esta costando Dios y ayuda. Si, habéis acertado, claro, voy al psicólogo, dos veces por semana. No es que yo este tan mal, es que es su forma de trabajar. Ella cree que se trabaja mejor así, sin tregua, cogiendo el toro por los cuernos.
Llevo cuatro meses yendo al psicólogo porqué un buen día me levante de la cama y no supe que hacer con mí vida. Sencillamente no le veía el punto a todo esto. No sé si el psicólogo conseguirá que mí vida tenga sentido o que me conforme con lo que tengo. Esa es una pregunta que me hago muchas veces, pero en fin, eso será otra historia. De momento hasta aquí hemos llegado y este cuento ya os lo iré contando...