domingo, 3 de junio de 2007

Look at me! Parte XVII


Donde Ella nos cuenta quién es y cómo ha llegado hasta aquí. Parte XVII.


Bueno… pues aquí estamos de nuevo. En este Look at me, voy a hacer como con las series de moda cuando terminan una temporada que dedican el último capitulo a hacer un refrito de todos los demás. Como todo esto empezó porque quería parecerme a Carrie Bradshaw, beber muchos Cosmopolitans, pasear por las calles de Nueva York con mis amiguitas, comprarme zapatos de Manolo Blanik y tener sexo, mucho sexo, pero en Nueva York, pues haremos como que esto es el final de una temporada y hablaremos de un batiburrillo de cositas, de esas que me pasan a mí por mi linda cabecita, trapitos de Dolce & Gabbana a parte! Vamos a hacer un Look at me! pelín petardo, porque sí, porque apetece!
Pues sí, se acabó! Podéis dejar de mirarme! De momento, que no para siempre, que quedan muchas cosas de las que hablar, muchas cosas que vivir y muchos miedos que sobrevivir. Y voy a seguir queriendo que me miréis, por favor, por favor! En realidad poco o nada ha cambiado desde el primer Look at me. Tengo el mismo miedo, la misma pena, las mismas ganas de tirarme al monte y el mismo desasosiego que hace seis meses, solo que ahora lo comparto, con mi psicóloga, no nos olvidemos de ella, y con vosotros, que parece una tontería pero ayuda, no te creas. Me sirve para existir en algún lugar, aunque sea virtual. Ja!
No, la verdad es que me sirve porque me lo paso pipa, no solo contando mis historias, sino también haciéndome las fotos, inventándome y reinventándome. Haciéndome más lista, más graciosilla, más ingeniosa, más profunda y más estupenda, y con esa piel que me dejo en las fotos que es la envidia de todos, no me digáis que no! Si es que es lo que tiene lo virtual, que todo es estupendo, y si no lo es, pues cierras ventanita y listos! O lo borras o lo pintas, o lo inventas de nuevo, en fin, ya sabéis. Ahora mí mamá me diría, pues no sé porque tienes que reinventarte tanto ni tanta tontería! Si tienes una vida de princesa y no tienes de qué quejarte. Que te quejas por exceso, de puro mimada y puritito vicio! Y tiene razón, como siempre. Yo me quejo de haber vivido demasiado bien, de no haber arriesgado suficiente, de no haber vivido más intensamente, más fuerte, más doloroso, ya sabes, como el señor Spinell me levanto muy temprano por la mañana y me doy una ducha fría, porque sí, porque hay que curtirse. Bueno, en vez de eso yo me voy de voluntaria a trabajar el campo en un orfanato de Mongolia. No sé si eso me hará más fuerte y más sabía, pero seguro que me sentará bien y me abrirá la mente. De eso no me cabe duda.
Sí chicos, me marcho. Aquí una menda se va de vacaciones. Primero a China, a hacer fotos y a mirar cómo va el mundo, y después a Mongolia, a trabajar en el campo, a hacer fotos y a mirar como va el mundo. Y no sé como voy a volver, no sé si descubriré otra forma de estar juntos, como dice Michel Maffesoli, pero al menos lo intentaré, e intentaré quitarme el miedo del cuerpo, el miedo a lo desconocido y al desconocido, el miedo al vecino y al extraño. En fin, que esto es una despedida corta, solo por un rato, para ver mundo y poder contároslo. Y para verme a mí misma, que en definitiva es lo que voy a hacer. Voy a buscarme en algún lugar de la estepa mongola, a plantar mi urga. A plantarlo en mi corazón! No seáis mal pensados que os conozco!
Y bueno, si no me encuentro pues siempre me queda lo de ser quien me dé la gana, no? Porque viajar tiene algo de vida paralela. Durante un rato puedes ser otro. Nadie te conoce, nadie sabe quién eres y puedes ser lo que quieras y como quieras y eso tiene mucho vicio. A ver si pruebo a ser… mmm… valiente, fuerte, espabilada y estupenda. A ver si cuela, no? Y a ver si se me pega algo de esa chica que me voy a inventar. Que algo se te tiene que quedar!
¿Y cuando vuelva? Pues nada, a seguir tomando cócteles y a gastarse los dineros en vestiditos estupendos, que no se le pueden pedir peras al olmo, pero si se le puede pedir que dé una buena sombra, caray! Al menos eso.
El otro día me echaron las cartas, me dijeron que de todo esto – con “todo esto” creo que se refieren a este año mío tan tristón, a mi pequeña crisis de madurez y de identidad y mi pequeñísima, aunque durísima, guerra particular entre lo que soy, lo que me gustaría ser y lo que se espera de mi. Que justo, parece ser, que era la misma guerra que libraba Don Quijote, no sé, lo leí el otro día en alguna parte, algún intelectual de esos que hablaba de la identidad y tal. En fin, que según las cartas chinas, voy a renacer cual La Emperatriz; tranquila, serena y segura de mi misma. Que todo irá bien, que encontraré lo que ando buscando y que tal vez, quizá, por fin, él se girará y me mirará. El destino digo, la suerte, la fortuna… quién sabe.
Lo que sí sé es que el mundo es muy grande y que nada es eterno, que si te da miedo el bosque es porque nunca has entrado en él, que si deseas algo muy intensamente es posible que lo consigas y que si no lo consigues puede que sea porque algunas cosas no dependen de ti, sino de la suerte o del azar, o del otro, que ni siquiera te ha visto, que la vida sigue y que hay cosas que siempre se echan de menos, como los besos de amor adolescente en los bancos de los parques y la ilusión de que tus sueños se van a cumplir. Pero también sé que se puede tener un corazón adolescente a los ochenta y que la vida te da sorpresas, Venancio, qué te parece! Y que si algo he heredado de mí madre son las infinitas ganas de sorprenderme y de reir. No es mucho lo que he aprendido, ya véis, pero de momento es lo que hay y a mí me vale, qué le vamos a hacer! Espero seguir aprendiendo! En esta vida o en la próxima.
Pues ala! Os dejo, disfrutad de vuestras vidas y de vuestras vacaciones! Os echaré de menos. A algunos os veré pronto para tomar unos gintonics en las playas de Menorca o Mallorca! Me encanta tirarme al rollo glamouroso! Y a otros os veré mucho antes, seguramente. Bailaremos entre sueños o en ensueños, eso espero. A todos, todas… hasta pronto!
Bueno, me ha salido petardo pero no tanto al final, no? Es que soy una sentimental!