lunes, 14 de abril de 2008

Look at me! Parte XXXII.







Donde ella nos cuenta quién es y cómo ha llegado hasta aquí. Parte XXXII.

Nada, que últimamente todo el mundo me habla de amor… Será la primavera.

El otro día una amiga me decía que todavía echaba de menos a su exnovio. Bueno, ella lo decía más bonito. Me dijo: “A la persona que más echo de menos es a la persona de la que me enamoré”. Vaya… el corazón en un puño…

Y otra amiga me decía que a sus 42 años se ha enamorado como si fuera la primera vez, como una quinceañera, como un Mari te quiere escrito en el pupitre de una escuela, como un corazón en el tronco de un árbol, como… como una lágrima cayó en la arena… no sé, y que anda medio tonta, como alelada, y que está que el cuerpo no le responde, vamos.

Dios! El amor! Qué fuerte esto del amor…

Ayer, la chica que tenía delante en el autobús estaba escribiendo un sms muy nerviosa. Yo que soy una cotilla estuve pendiente de ella todo el rato. Hasta me puse las gafas para leer lo que escribía. Sí, es así, me pueden estas cosas…

La pobre tardó seis paradas en tener listo un mensaje que escribía e iba borrando, como el tejido de Penélope, porque no le convencía la fórmula, el tono, las palabras… Así que estuvo haciendo y rehaciendo el mensaje hasta quedar satisfecha y convencida. O más bien hasta que pensó: “yo lo mando y que sea lo que Dios quiera.”

“Estoy llegando a la parada del 45 de Sicilia, nos vem…” Borró el texto. “Estoy en la parada del 45 de Sicilia, tenemos tiempo de vernos un rato?” “Mándame un sms, pq...” Borró. “Dime algo wapetón de mi vida” Escribió y le tembló el pulso. “Bsos, bsos, bsos”

Yo tuve que bajar - aunque a punto estuve de quedarme unas paradas más. – y me quedé sin saber la respuesta. No sé que le contestaría el wapetón de su vida, pero me da que, por como le temblaba el pulso a la pobre, el wapetón de su vida no estaría por la labor, como si lo estuviera viendo. Y ella contestaría “No pasa nada, nos vemos otro día. ;-) Bsos!” Pero en realidad tendría ganas de llorar. Tal cual. Si es que los culebrones no hace falta verlos en la tele. Te lo digo yo.

En fin…

Que viene la primavera y todo lo altera. Nos enamoramos y nos reenamoramos, y nos ponemos, muy, pero que muy tontos.

A mí, esto del amor me encanta, ya sabéis.

Tengo una amiga virtual, Amparo, que tiene una “Carta de amor infinito” en su blog y en ella puedes leer: “Te quiero cuando lloras, cuando te enfadas, cuando gritas. Te quiero cuando te sientes minúscula, cuando deseas desaparecer, cuando te sientes indigna, cuando te castigas….te quiero hoy, como siempre…Sólo tú no me ves.”

Madre del amor hermoso… Caray…

Bueno, yo, ya sabéis, soy romanticona, cursi, merengue y me gustan las canciones de amor y de lágrimas…. Es que me puede, que queréis. Me gustan las canciones dulzonas de corazones partidos y amores de papel… No en vano colecciono corazones. Tengo corazones pintados, corazones de piedra, corazones de trapo, corazones de papel, hasta tengo uno en el que pone, “Te quiero xoxin”.

En fin. Que sentimos la primavera. Y como dice mi amiga Montse, la primavera huele a promesas... Y a mar, ya a sol, y a sal, y a brisa...
Y que todo termina! Incluso el invierno!

Y que ya estamos aquí y que a llegado, por fin! La primavera! Como en el Corte Inglés!

Pues eso, nada más…
Ya me perdonareis la cursilada… Es que hoy tengo un día… Ya veis, de lo más tonto.


A disfrutar corazones! Que el agua es cálida y el sol calienta…