lunes, 12 de mayo de 2008

Look at me! Parte XXXIV.


Donde ella nos cuenta quién es y cómo ha llegado hasta aquí. Parte XXXIV.

Bueno, pues ya está, ya lo han conseguido. Estoy acojonada. Otra vez.

Si es que cuando empiezas a levantar cabeza… Zas! Vienen los de siempre y te dicen. Eh, bonita, no te relajes que la vida es muy dura, corazón. Y ya está, ya te jodieron.

Bueno, bueno… En lo que va de mes, ya sé de cuatro personas que han perdido o perderán el trabajo porque no hay dinero, porque hay crisis, porque no podemos tener tantos gastos. Ala, ya está. Ya la tenemos aquí, tanto oir hablar de ella y ahora resulta que va en serio, que es un hecho, que nos ha caído encima, la crisis digo. Caray… qué vida perra esta.

Porque ¿hay crisis, no? Va en serio esto de la crisis. O es que resulta que hay crisis porque los que se estaban forrando hasta el momento ya no se forran tanto? O hay crisis porque no paramos de hablar de ella?

Los medios, ya sabemos, han encontrado en la crisis todo un tema, y lo están exprimiendo a fondo y sacándole un jugo tremendo. Y cada día hay noticias alarmistas sobre la crisis y las noticias se retroalimentan y a la que uno levanta la liebre, todos van detrás y ahora todo es crisis y mañana será otra cosa, pero de momento nos tienen con el corazón en un puño y dándole gracias a Dios porque todavía conservamos el trabajo y porque aún podemos pagar el alquiler. Ay Dios!!

Es como lo de los juegos Olímpicos de Pekín. Al principio todo eran gracias a las reformas del Gobierno (entiéndase dictadura militar represiva) chino, a los edificios estrella y a la apertura internacional. Ahora todo son horrores a la dictadura y manos a la cabeza por las injusticias en el Tibet. Incluso el otro día me llego un mail con una foto donde se veía a unos militares chinos con unas túnicas de lama en las manos, como un lobo quitándose la piel de oveja. Y en el mail me advertían de que no me creyera nada de la información que venía de China sobre los altercados en el Tibet. Según el mail esos altercados los había provocado el propio ejercito chino para culpar a los monjes. Como muestra, la foto.

Lo que más me sorprendió no fue la foto en sí, que podía ser cualquier cosa. Desde un montaje, a una celebración, o el carnaval de Río, vete a saber. Sino que utilizaran una foto sin firma, sin saber de donde venía, ni a cuento de que se había hecho, para advertirme de que no creyera todo lo que me cuentan. O sea; no te creas a nadie, pero creeme a mi. Flipante! Y más flipante fue que la foto dio vueltas y vueltas y todo el mundo decía; Que fuerte! Que horror! ¿Lo has visto? Los chinos nos engañan! Los medios nos engañan! La foto pasó a ser una verdad irrevocable, porque sí, porque nos lo tragamos todo. Lo engullimos, como las carpas engullen la mierda que llega al mar.

Y ahora la crisis. Bueno, seguramente es verdad que hay crisis y la cosa pinta fatal y perderemos los trabajos y dejaremos de pagar las hipotecas y perderemos los pisos o renovaremos las hipotecas a 100 años, a pagar de por vida y a trabajar por cuatro duros, que la vida está muy dura y habrá que hacer sacrificios y trabajar más y ganar menos y bajarse un poco más los pantalones. Porque sí, porque la cosa no está como para arriesgar. Y coge lo que te den y no te quejes, que al vecino del 4º1ª lo echaron y más vale malo conocido que bueno por conocer. Y calla, y no te quejes, y da gracias a Dios.

El otro día leí que el más rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita. Y al final resulta que va a ser verdad. Sólo que yo cambiaría lo de rico por el más libre. El más libre no es el que más tiene, sino el que menos necesita…

Aunque no sé… Desde que hay crisis todo el mundo corre a Nueva York a comprar ropa de marca a precio de saldo y el ayuntamiento de Barcelona tala un encinar centenario en el Tibidabo para colocar una nueva montaña rusa….

En fin, no sé. Igual es que estamos todos locos. Será eso.

1 comentario:

ItoCuaz dijo...

Muchas gracias por pasar y leer ese cuento que yo ya había olvidado; gracias también por hacérmelo releer... Y bueno, respecto a tu post, ni qué decir, todos sufrimos la misma mierda; acá en México, país del "tercer mundo", como nos nombran desde el "primer mundo", la cosa no cambia mucho... tan sólo los gestos y el color de los rostros.

Un saludo.